24 mayo, 2013

A veces me caen las fichas de que muchas cosas cambiaron, siento que muy rápido y no alcance a acostumbrarme.
Suelo llorar porque no quiero crecer, no quiero que las cosas que formaron parte de mi vida ahora ya no estén. Trato de que sigan intactas y no me doy cuenta que es inevitable que personas se alejen de tu vida aunque trates de aferrarlas con todo lo que tengas cerca.
Los caminos son distintos y miras para otro lado aunque no quieras, pero duele.
Duele que esos momentos solo permanezcan intactos en mi cabeza y no pueda reproducirlos como un disco una y mil veces más, retroceder una y otra vez sin que se raye, sin que se pierda.
No puedo creer que la que hace unos años estaba tirada con sus amigas en el piso riéndose sin parar hasta que le duela el estomago, ahora no pisa esos lugares, y aunque los pise, esos momentos, esos fragmentos de su vida no vuelven.
Pero sigo siendo esa misma tonta, con un poco de años más, y una que otra mochila encima.
No te alejes tanto de mí-

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ideas que vienen