16 abril, 2014

Yo no puedo cambiar el mundo.
Ni siquiera salvar su vida.
Tornarla bella, hacerla justa;
pelearle a todo yo no puedo.
Ser siempre firme, convencer a nadie...

Pero sí puedo ensuciar mis manos, escarbar su tierra.
Doler con ellos aunque no me lo pidan.
Burlar destinos, romper esquemas.
Escaparle a las estadísticas.
Puedo bajar al fondo y pasarla juntos.

Y cerrar su boca, llorar su angustia, aplacar su enojo.
Callar su insulto y dar absolutamente todo, por nada
o por TODO y más.

Temblar con ellos frente a sus miedos.
Querer su barro. Elegir sus llagas.
Y subir su suelo y condenarlos,
CONDENARLOS A LA ESPERANZA..



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